Tecnologia Militar en la Primera Guerra Mundial
El
conflicto se organizó entorno a las trincheras, donde los soldados de cada
bando se escondían de las balas de sus oponentes. Para atacar las trincheras,
entre 1914 y 1918 se inventaron los tanques y se mejoraron las
capacidades de los aviones.
Tecnología en el campo de batalla
Una de
las armas más comunes durante la Primera Guerra Mundial era
la ametralladora. Como consecuencia, en el campo de batalla los soldados
no podían salir de las trincheras y avanzar sin ser alcanzados por las balas a
distancia.
Los ingleses
diseñaron un vehículo para poder avanzar sus posiciones evitando los
disparos: el tanque. Poco después, los franceses y los alemanes tomaron
nota y desarrollaron otros modelos de este vehículo blindado.
En aquella época se inventó también el lanzallamas: se utilizaba para reducir a los soldados enemigos sin destruir sus búnkeres, así estos espacios podían ser reutilizados por enemigo. Lo mismo pasaba con las granadas.
Otro tipo de armamento utilizado por primera
vez durante este conflicto fue el gas venenoso. Era una de las armas más
temidas por los soldados, porque sus efectos eran muy dolorosos y podían durar
horas. Como consecuencia aparecieron las máscaras anti-gas.
La innovación
tecnológica en tiempos de guerra se centra especialmente en desarrollar
artefactos para matar, pero algunos inventos pueden tener usos no
bélicos después del conflicto.
Las mejoras
en los aeroplanos durante la Primera Guerra Mundial contribuyeron al desarrollo
del avión moderno, por ejemplo.
Cuando
la guerra estalló en 1914, hacía poco más de diez años que se había
inventado el primer avión. Viendo el gran potencial bélico, ambos bandos
adaptaron estas máquinas para que soportaran pesadas bombas y metralletas.
El control de tráfico aéreo es hoy esencial
para mantener el orden y la seguridad en el espacio aéreo que
comparten decenas de miles de vuelos que hay cada día.
Durante la Primera Guerra Mundial,
la guerra por mar adquirió mucha importancia y se aceleró el
desarrollo de los submarinos, que ya se habían utilizado en guerras
anteriores.
Para
atacar a los submarinos se inventó la “carga de profundidad”, una bomba que se
lanza desde la cubierta de un barco y explota cuando alcanza una determinada
profundidad.
Para
incrementar su poder de destrucción, se inventaron tecnologías como
el hidrófono para detectar la posición de submarinos con
precisión.
Al
mismo tiempo se desarrollaron los portaaviones: grandes barcos que
permiten a los aviones despegar y aterrizar en la cubierta.
Bibliografía
THOMSEN, M. R. (7 de noviembre
de 2018). La Vanguardia. Obtenido de
https://www.lavanguardia.com/vida/junior-report/20181106/452776392180/primera-guerra-mundial-armamento-tecnologia.html
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